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Especialistas elaboran una cartilla de germinación para optimizar la producción de plantas nativas

Contiene información novedosa y práctica sobre cómo producir la mayor cantidad de plantas nativas en el menor tiempo posible, con fines de restauración y recuperación de ecosistemas autóctonos dañados por incendios o pérdida de la cobertura vegetal. Fue elaborada por un equipo del Imbiv, e incluye un protocolo con indicaciones acerca de las mejores condiciones de temperatura, luz y almacenamiento para la germinación de especies nativas. Hasta ahora, sólo había información fragmentada e incompleta sobre el tema.

Restauración de ecosistemas naturales | ¿Durante cuánto tiempo se puede guardar una semilla de una especie nativa para que no pierda su capacidad de germinación? ¿Germinan mejor en luz o en oscuridad? ¿En qué estación del año conviene sembrar?

A diferencia de las especies exóticas –que se pueden comprar en cualquier vivero y también están disponibles en internet– hasta ahora hay poca información que estandarice técnicas de germinación y describa qué condiciones medioambientales son óptimas para que las semillas de especies nativas puedan germinar, crecer y ser almacenadas adecuadamente. Sólo existen datos fragmentados e incompletos sobre algunas especies locales, a veces no validadas científicamente.

Un grupo de especialistas del Conicet y la Universidad Nacional de Córdoba estudió cuáles son las características de germinación de las especies nativas de las sierras de Córdoba, de interés para la restauración ecológica. A partir de ese estudio, elaboraron una novedosa cartilla informativa con recomendaciones prácticas sobre cómo y cuándo es mejor hacer germinar algunas semillas, y en qué situación es conveniente usar cada una, entre otras indicaciones.

La cartilla incluye 16 fichas referidas a plantas nativas de Córdoba, que fueron seleccionadas entre más de 40 especies actualmente en estudio por el equipo de investigación. Las especies estudiadas representan a las diferentes formas de vida (hierbas, gramíneas, arbustos y árboles), y todas son recomendables para ser utilizadas en las distintas etapas del proceso de restauración y recuperación de ecosistemas autóctonos.

El trabajo está radicado en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal (Imbiv) de la UNC y el Conicet, y tiene gran importancia debido a que las plantas exóticas son altamente invasoras y dañinas para los ecosistemas naturales, y afectan negativamente el crecimiento de las nativas. De ahí la necesidad de controlar su avance.

“Muchas veces se usan especies exóticas para restaurar y también como ornamentales porque se sabe más sobre esas especies, y son más fáciles de manejar. Pero en realidad, estamos generando un grave problema para el ecosistema”, explica Paula Marcora, doctora en Biología e investigadora del Conicet-UNC.

Agrega que la idea es “contribuir con estudios científicos y material accesible sobre nuestras especies nativas, con el objetivo de promover y facilitar su uso en la población y sobre todo a nivel de política ambiental”.

Las especies exóticas invasoras representan la segunda causa de pérdida de biodiversidad a nivel mundial, y son una de las principales amenazas para la casi totalidad de las especies silvestres en riesgo de extinción en el país. Junto con la urbanización, el avance de la frontera agroecológica y el aumento en la frecuencia de los incendios, causan impactos severos en la disminución de la cobertura vegetal y la pérdida de ambientes naturales.


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